Mi nombre es Diego de CAE-A,
actualmente me encuentro como Erasmus en Vitres (Francia). Bueno pues, aunque venía
con cierto desconcierto por algunos imprevistos, las ganas con la que venía
podía con todo. Tras un día agotador de avión nervios etc. Llegamos a Rennes
allí nos estaría esperando nuestra responsable con una compañera Jessica y
Rozlyne , después de ya tener nuestras maletas con nosotros nos dirigimos a
Fougères donde se alojaría mis compañeras y yo pasaría una noche para posterior
mente desplazarme a Vitres unos 30klm..
Volvíamos con el desconcierto de cómo sería
mi primera semana con esa familia que se prestó a darme alojamiento una semana.
Ya en la casa, no quedaba más remedio de quedarnos sin palabra no por vergüenza, etc.
si no por donde estaba ubicada la casa pegada literalmente al castillo, en poca
palabra todo lo que una persona podría desear vista espectacular, una casa
tradicional, y una familia nativa de Francia.
Primer día de presentación en el
hospital que al mismo tiempo también fue mi primer día de practica desde el
primer día una educación envidiable, la simpatía y la calidad humana fluía por
los pasillos, aunque tenía pensado que mis prácticas empezaría en planta de cirugía.
Terminado mi turno después de un día
de nervios de intentar ser una esponja y almacenar rápido las cosas para
molestar lo menos posible. terminamos el turno. Al salir por las puertas cual
es mi sorpresa, me estaba esperando el dueño de la casa y no para llevarme
para la casa si no a entrenar jeje si a entrenar y es que resultó ser maestro
de gimnasia y para él, el deporte era fundamental y a mí que me gusta pues
encantado.
Y bueno para no contar día a día durante la primera semana, decir que
jamás me imaginé ser recibido de esta manera tanto en el trabajo, como con mi
familia, esa familia que cuando paso solo la semana ya tocaba despedirme, intenté por todos los medios, quedarme junto a ellos, ya que era como unos padres si
como tal… una familia que se preocupa por ti desde que te levantaba, hasta que
te acostaba siempre con una sonrisa y el cariño que desprendía era magnifico y aunque
parezca raro es una amistad las que nos unió desde el primer día por tener
tantas cosas en común.
Llegamos a la casa definitiva
donde pasaría las tres semanas restantes, para después volver a Fougères. Una
casa preciosa pero muy lejos de mis prácticas, pero bueno, de nuevo la simpatía
de los dueños se hacía ver los días que entraba a las 6 de la mañana me
llevarían al hospital, uff un gran alivio ya a mi salida me tocaría caminar si
caminar eso 5 km que nos separaban, ya que el bus a pesar de ser gratuito no
pasaba a esa hora; pero bueno me gusta caminar y pasear por estos paisajes se
hace muy ameno y cada día me importa menos ir y volver andando.
Ya dos semanas en las prácticas. ya como Pedro por su casa desempeñando mis funciones lo mejor posible , ya me llegan felicitaciones por partes de los compañeros por desempeñar más trabajo que
algunos de allí jeje , recibo mi primer regalito por parte de una enfermera que
es toda una alegría cruzarse con ella por esos pasillos siempre con una sonrisa
, y que mejor que terminar mi jornada del viernes recibiendo un WhatsApp de la
encargada de nosotros remitiéndome lo que le comentaron de mi función en el
hospital donde me decía que el hospital estaba encantado de mi trabajo y de mi
presencia , y que si quería podía ejercer lo que me quedaba en quirófano .
Eso quiera que no te hace sentir
orgulloso y te hace ver que vas por el buen camino hacia mi meta, respecto a la
propuesta de quirófano decidí que no a pesar de que me encanta, pero prefiero
terminar el mes donde desde primera hora me acogieron con los brazos abiertos,
ya lo tengo todo controlado e irme ahora a otra ubicación sería una pérdida, ya
que al final no terminaría un tiempo de formación en ninguno de los dos
ámbitos.
Sin más un saludo y vamos por las
dos semanas restantes.
De todo lo
bueno tiene que haber algo malo, pequeños sustos en la cocina cuando Ana y Alba
casi prenden fuego a toda la casa con una llama gigante en la sartén de hamburguesas,
o cuando Pepe que creía que una puerta estaba abierta, quiso atravesarla y
acabó ¡rompiéndola con la rodilla! Todo queda en anécdota y pequeño susto.
